Se nos ha hecho como un escuchar esta frase, mayormente en boca de personas que intentan recordarnos el valor que tenemos y cómo debemos defenderlo. Casi siempre la asociamos a términos de objetivos: me enfocaré en mis estudios porque mi prioridad soy yo o voy a tomar esta decisión porque mi prioridad soy yo, y no me malinterpretes, todas estas posturas son positivas. Hoy solo tengo intenciones de compartir una perspectiva adicional a estas que ha marcado un antes y un después en mi vida.
¿Has escuchado hablar del perfect timing? Eso de que hay cosas que llegan en un momento tan perfecto que nos sorprende la manera en que todo se dio en el momento oportuno. Pues justo a la par del desarrollo de este aprendizaje que te voy a compartir hoy estuve leyendo un libro que resonó increíblemente conmigo y que usaré de ejemplo para hablarte hoy. El libro se titula Los siete maridos de Evelyn Hugo y de entrada dirás, ¿Qué tiene que ver la extensa vida amorosa de una persona con ser mi prioridad? Este libro va mucho más allá de sus apariencias y quiero que lo compruebes por ti mismo.
Como verás Evelyn es una mujer sin vergüenza alguna y no lo digo como algo malo, aún siendo consciente de lo malo que eso puede ser. El último diálogo, donde habla de usar a las personas no es algo que quiera promover de manera literal, sino más bien quiero poner la luz en la esencia de este personaje: Evelyn va por lo que quiere y no se disculpa por ello. No tiene miedo de ser abierta con sus intenciones con las personas y entiende que no hay nada de malo en necesitar algo de alguien o en beneficiarse mutuamente, mientras pidas lo quieres o necesitas. Ponerse como prioridad a si misma no es algo que Evelyn ponga en práctica en una decisión, es una manera de vivir su vida y es allí a dónde quiero ir.
Vivimos la vida disculpándonos por lo que somos, por cómo somos. ¿Por qué debemos disculparnos por lo que podemos o por lo que no podemos hacer? ¿Por qué disculparnos por poner límites? ¿Por qué disculparnos por hacer algo tan humano como expresar lo que sentimos? Creo firmemente y empiezo a entender cada vez mejor que todos seremos un poco más felices cuando nos demos el lugar que merecemos, entendiendo que tenemos derecho a ocupar espacio, a pedir cosas, a cuestionar, a equivocarnos, a disfrutar, a divertirnos, a cagarla; pero comprendiendo su vez que ese mismo lugar también lo ocupa cada persona a nuestro alrededor, en su propia vida.
Todos tenemos derecho a vivir la vida que queramos vivir sin disculparnos por ello, pero también tenemos el deber de respetar que compartimos ese mismo derecho con las personas que nos rodean. Entender que en nuestra particularidad compartimos realidades nos abre la mente, el corazón y muchas puertas. La empatía y el amor propio nos pueden llevar muy lejos cuando lo aplicas a tu vida y por extensión a aquellos que la comparten contigo.
Recuerda que tú eres tu prioridad, así como cada quien lo es en su propia vida. No te sientas mal por ello.
Eres increíble Ori💫
Ame❤